Para comezar a introducir a sesión deste venres (Kraut Über Alles) nada mellor que acudir a uns cantos artigos da columna mensual De Ventrílocuos Impostores de Libro de Notas. Asi que comenzaremos pola primeira das entregas adicada ó Kraut Rock xermano, publicada en marzo do 2008, e centrada en dúas das principais bandas do movimento: CAN e Neu!.
Quienes me conocen saben que soy un amante de esas joyas perdidas que finalmente se publican con años o décadas de retraso. Estas anomalías forman en sí mismas un torrente editorial continuo, casi inabarcable, pero que a menudo nos lleva a volver la vista hacia lugares, épocas o escenas poco habituales.
Una de esas joyas perdidas que ahora ve la luz es el Live 1974 de Harmonía, una banda dekrautrock de los 70. Desde su comienzo habían sido considerados como un supergrupo, formado por los ex miembros de Cluster, Hans-Joachim Roedelius y Dieter Moebius, junto con Michael Rother (ex NEU! ). En 1974 editaron su debut Musik von Harmonía y en 1975 De Luxe, dos extrañas obras, por las que el omnipresente Brian Eno les consideró “la mejor banda de rock del mundo” y grabó con ellos un nuevo álbum, "Tracks and Traces" (1976) esta vez bajo el nombre de Harmonia’76.
Dicho álbum no vio la luz hasta 1997, cosa extraña estando el todopoderoso señor Eno de por medio, pero como podemos comprobar lo mismo ocurre con este Live 1974. ¿Qué ocurre en estos casos? Veamos, la disculpa de ese seminal directo es evidente; en los últimos años hemos recibido con gusto la reedición de numerosas obras de krautrock alemán que hasta ahora estaban inéditas en formato digital, y en medio de esa avalancha, este concierto es importante. Evidentemente, si está Eno de por medio no se trataba de rock, sino de otra cosa que poco o nada tenía que ver. Es uno de los personajes que más me atrae en cuanto a sus propuestas conceptuales pero cuyos resultados musicales me resultan aburridos y prescindibles (con perdón).
Por Krautrock se conoce a toda una corriente de música experimental surgida en la República Federal Alemana desde finales de los 60. Por cuanto su esencia es la experimentación, la definición sonora no es fácil, cada banda que podamos incluir con esta etiqueta tenía un sonido particular y peculiar, fácilmente reconocible y que las diferenciaba de las demás, pero hay numerosos rasgos comunes. Quizás si empleamos el nombre que sus protagonistas solían usar podamos aproximar una ligera idea: Kosmiche Rock, un rock cósmico y espacial, influenciado directamente por la psicodelia californiana de la segunda mitad de la década de 1960, en el modern-jazz y en el estudio exhaustivo de la teoría de la música. Por esto último otra de sus esencias era la utilización de nuevas tecnologías: son directamente los precursores de la música electrónica y de nuevos modos de amplificación y mezcla de las grabaciones.
Una de las figuras a tener en cuenta es la de Kart-Heinz Stockhausen, recientemente fallecido, quien fue compositor, director de orquesta, profesor y teórico de la música contemporánea. A él se debe la introducción de la electrónica en la música contemporánea, pero también numerosas teorías sobre la composición matemática, la música aleatoria y el empleo de escalas átonas.
Si tenemos en cuenta estas premisas no es difícil adivinar que si la experimentación es una de las esencias de este movimento, muchas de las bandas eran muy distintas entre sí. Por citar algunos: Cluster, Popol Vuh o Harmonía hacían algo mucho más ambient y espacial, Embryo y Agitation Free experimentaban con rock progresivo directamente sobre jazz, Dom jugueteaban con el folk y la música étnica, Faust y Kraftwerkcomenzaron creando el sonido “industrial” para afianzarlo, los primeros con algún escarceo pop y los segundos dirigidos hacia el trono de la música electrónica mundial, o la libertad absoluta de Amon Düül II. Mientras, CAN y NEU! consiguieron recrear el sonido que habitualmente se relaciona con el término krautrock, si bien de modos muy distintos.
Desde luego Alemania pudo presumir en la década de 1970 de tener una generación de músicos única, creadores de una amalgama diversa pero reconocible y sobre todo de situarse a la cabeza mundial en lo que a música avanzada se refiere. Mucho se ha escrito sobre esto, pero todavía no lo suficiente. Sin duda el mejor ensayo sobre el asunto es el realizado por el músico, y mejor crítico, Julian Cope, titulado Krautrocksampler (Ed. Head Heritage, 1995) en el que se analiza el contexto que dio lugar al movimiento, los precedentes, las bandas, sus herederos, etc., además de una famosa lista que selecciona los 50 mejores discos de krautrock . Todo ello fruto de una sociedad cambiante, un país en reconstrucción, un enfrentamiento ideológico entre oriente y occidente, el Muro de Berlín, las sociedades marxistas frente a la imposición de la coca-cola y los jeans en torno a las bases norteamericanas y las comunas hippies como reductos contraculturales. Pero en un momento en el que todo es permeable, uno de sus resultados artísticos fue éste, el krautrock (“Kosmiche Rock”) cuyas bases más claras eran el rock psicodélico y el jazz, es decir, el enemigo dentro de casa. Por lo tanto el factor Stockhausen era fundamental para autoafirmarse como colectividad.
Pero dejemos la teoría, y veamos dos ejemplos:
CAN. En origen unas siglas tan simples como Communism, Anarchism, Nihilism y más, propias de otro asociacionismo, dieron nombre a una banda que representa mejor que ninguna otra el movimento kraut rock, al menos en esa dimensión en la que no abandona el rock.
Formada en Colonia en 1968, y con diversas formaciones a lo largo del tiempo, su cerebro estaba compuesto por Holger Czukay y Irmin Schmidt, alumnos de Kart-Heinz Stockhausen, lo cual les convertía en aventajados entre la vanguardia musical europea.
CAN destacó por sus increíbles improvisaciones, y como nadie fueron capaces de evolucionar la psicodelia, el jazz y el avant garde fusionándolos en un todo único y por supuesto se convirtieron en parte fundamental para comprender muchas de las evoluciones posteriores en la música, como el punk, la new wave y la música electrónica. Pero había algo en lo que CAN superaba a todos sus contemporáneos: la percusión de Karoli Liebezeit, el más joven del grupo, que había sido alumno del propio Schmidt y era quien imprimía esa influencia más directa de la Velvet Underground, aportando además a la rítmica una de las esencias más características de la banda: la batería sonaba como una máquina en una cadena de montaje, una guitarra áspera y ácida y un bajo que se dio en llamar prototecno. Todo ello daba como resultado una música bastante inédita en la que la etiqueta de ’progresivo’ ya no tenía cabida, no había progresión, era una repetición continua como el ruido de una máquina, pero totalmente cargada del ritmo y los cambios del funk. Su primer trabajo, Monster Movie (1969), es oficialmente el primer álbum de krautrock de la historia y hoy en día una pieza bastante difícil de encontrar.
Con la sustitución de su vocalista Malcolm Mooney por el japonés Damo Suzuki, CAN alcanzó su cumbre en Tago Mago (1971). Lo exótico de un cantante asiático y sobre todo lo espectacular y salvaje de sus performances en el escenario conviertieron a CAN en una banda única en el mundo. En este disco la percusión de Liebezeit se vuelve más compleja, alcanzando niveles difícilmente superados en la historia del rock, aunque ese no deja de ser un elemento más de los que se tiene en cuenta para considerar a este álbum como una de las indiscutibles obras maestras de la música moderna.
Su posterior carrera fue muy irregular y en clara decadencia. Sus siguientes obras disminuyeron el grado de experimentación, sustituyendo la rítmica por los sonidos atmosféricos como esencia de su sonido y, posteriormente, tras el abandono de Suzuki, por el rock más convencional, llegando a incorporar en sus filas a miembros de los aburridísimos Traffic (Rosko Gee y el percusionista Reebop Kwaku Baah) e incluso a David Gilmour (Pink Floyd) en uno de sus discos.
NEU! es la otra banda esencial del movimento.
Formada por Michael Rother (guitarra) yKlaus Dinger (batería), que habían formado parte del los iniciales Kraftwerk, desarrollaron como nadie el minimalisto y la metronómica en el rock, dando lugar a ese conocido ritmo “motorik” que, como su nombre indica, se trata de una repetición de secuencias continuada que terminan por ser ritmo.
El grupo se formó en 1971 en Düsseldorf, cuando Dinger y Rother abandonaron Kraftwerk. Al margen de su música adelantaron algún que otro aspecto innovador en cuanto al diseño de las ediciones. La cubierta de su primer album (homónimo) en 1972 es una joya de pop art, era simplemente la palabra NEU!, con la que habitualmente se rotulaban todos los nuevos productos de consumo y la publicidad. El suyo estaba repleto de atmósferas sobrecargadas e industriales, guitarras sucias y sonidos de agua y ruidos varios (tremendos los ocho minutos de un remo chapoteando en el agua).
El siguiente álbum del grupo fue titulado Neu! 2 (1973) y representaba los extremos de la banda: una cara A elaborada y mucho más melódica que su disco anterior que contrastaban con la cara B de auténtico ruido. Lo que ocurrió es que se había terminado la financiación y su solución fue remezclar temas ya grabados, a distintas velocidades y a través de distintos mezcladores. Fue ”una solución pop a un problema pop” que revolucionó las posibilidades de la industria y, por supuesto, de los artistas. Otra de las revoluciones de NEU! fue el empleo del silencio como un instrumento más, con su propio tiempo y su propio ritmo, aunque parezca increíble…
Tras este álbum, el dúo se separó, y al margen de dos retornos que fructificaron en nuevos álbumes, sus carreras continuaron por separado. Dinger formó un nuevo grupo llamado La Dusseldorf y Rother se unió a los exCluster Moebius y Roedelius, formando Harmonia.
Y como veis, ya hemos vuelto al principio, aunque nos ha quedado mucho material atrás, muchas bandas y propuestas novedosas (¡aún hoy!), pero prometo que continuará...
Mon Falcón.
*para ver o artigo completo, enlaces, discografías etc... ir ó artigo orixinal
Publicado en Libro de Notas [24-marzo-2008]
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